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EXTREMELY LOUD AND INCREDIBLY CLOSE.

19.1.14





Seguro que todo el mundo conoce a alguien con la condición de diabético o intolerante a la lactosa. ¿Verdad que ellos no tienen miedo de avisar? Es más, lo hacen, porque si no nadie se daría cuenta de lo que les pasa y encima no sabrían el porqué de su malestar.

Pues ser Asperger es lo mismo:  no es malo, no es nada de lo que avergonzarse ni esconder. Os diría por ejemplo, que para encontrar la imagen que acompaña ese escrito he estado un buen rato porque sentía que si no la ponía mi escrito no sería lo mismo. Quería 'esta' y no 'otra' hasta el punto de desatender otras cosas obsesionándome en encontrarla rayando la ansiedad.  

De hecho escribiendo estas líneas aún estoy de los nervios y con una conversación a medias que debería responder pero que mi cabeza ha dejado como algo secundario para continuar explicando todo esto. Nadie que haya sido diagnosticado de Asperger debería sentirse mal o con miedo, como digo, no es nada de lo que esconderse o callarse 'por el que dirán' porque a la vez que el cojo o el zurdo no se calla ¿Por qué deberíamos hacerlo nosotros?

Estas y otras cosas son nuestras peculiaridades - algunas mejores que otras - pero que no por ello nos impiden vivir el día a día. 



"[...] Cuando enchufa el Ipod con unas pocas canciones que repite insistentemente es señal de que necesita un desahogo tras una vivencia intensa.

[....] Centrar el interés en una materia de manera persistente es un rasgo característico del Asperger.

[...] Lleva una vida ordenada y sincronizada al minuto. Fuera de esa rutina se descontrola. " - REPORTAJE: Me entrenan para la vida, El País.

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