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THE INTOUCHABLES.

12.2.14





Ayer hablando con una amiga que tiene un niño que es Asperger me comentaba la escasa comunicación que tiene con él y los mundos 'propios' de los que le habla. Esto me pasa a mí también y en parte y aún a riesgo de que suene cruel es lo que me empuja, cuando me preguntan que me pasa, a que mi pensamiento sea el de  "No eres digno de que te lo explique, no mereces saberlo”. Es como que es algo tan íntimo que tenemos que pensar muy bien a quien se lo contamos.

Sin importar si son mis padres o un amigo, todos pasan por ese juicio que es lento y a cada voto de confianza se desbloquea una parte de la sala del tesoro, que al fin y al cabo, somos nosotros mismos y el abrirnos a esta persona. Tendemos a crearnos un mundo paralelo donde nadie puede entrar porque no es como nosotros. Es como vivir dentro de una esfera de cristal desde donde puedes ver el exterior pero nadie puede atravesar. Nadie nos entiende. Y si nadie nos entiende, ¿Porque íbamos a contarles nosotros nuestros problemas?

Como padre/madre seguramente sientes una imperiosa necesidad de ayudar/reconfortar a tu hijo, y la frustración que genera el no poder hacerlo es muy grande. Pero yo desde mi punto de vista lo veo de otra manera, no me doy cuenta de que tal vez con esa actitud estoy hiriendo a alguien. Para mí una persona tiene que pasar por un 'recorrido' antes de que yo decida mostrarle parte de mí: aguantar mis comentarios estúpidos, sin sentido, mis obsesiones, mis paranoias... y a medida que sigue a mi lado a pesar de todo es como este voto de confianza que necesitamos para decidir abrir la puerta de este mundo en el que vivimos.

Muchas veces hacía cosas o actuaba de cierta manera que molestaba a los que me rodeaban, y lógicamente me reprendían por ello. Lo que sucedía luego es que yo me quedaba callada sin poder decir nada, con la vista perdida y en absoluto silencio. Al no saber por qué no respondía no tardaban en aparecer comentarios del estilo 'Ya veo cuanto que te importa lo que te digo', '¿Eso es lo que quieres eh? Pues ahí te quedas', 'Hablar contigo es imposible' pero os diré que con nosotros de nada funciona gritarnos o castigarnos. 

Porque sencillamente no funcionamos ni pensamos como vosotros, lo que a uno normal le puede surtir efecto a nosotros no hace más que sumirnos en un estado donde nos encerramos más y más. Cada vez que alguien nos grita, se enfada sin motivo aparente, sin darnos una explicación lógica (porque no vemos los motivos de su enfado) es como levantar muros entre esta persona y nosotros, cada vez más altos hasta que al final no queremos ni podemos echarlos abajo.

Cuando esto suceda, simplemente déjanos espacio para que podamos desbloquearnos. 

Tan solo pedimos paciencia, comprensión, porqué para entendernos el pensamiento de alguien neurotípico no funciona con nosotros. No se trata de buscarle lógica, porque para nosotros la tiene pero tal vez para ti no, sino de aceptarlo y tratar de entenderlo a su manera. Por eso casi nadie tiene la llave de este castillo que habitamos. Porque hay pocos príncipes y princesas dispuestos a escalar la torre aún a pesar de caerse miles de veces o darse contra la pared: No somos piedras, sentimos y podemos expresarnos, aunque no nos oigas. 



No capta que su madre está enojada cuando frunce el ceño, tampoco que está contenta si muestra una sonrisa de oreja a oreja. Para un niño con Asperger, los gestos son muecas y las emociones ajenas, un terreno indescifrable. Y en su mundo, las convenciones sociales carecen de sentido; de ahí que no entienda por qué tiene que esperar su turno para tirarse del tobogán o cuál es el problema de decirle “gorda fea” a una compañera en su propia cara." - Planeta Asperger.

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