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5:00 Inglaterra

8.7.11

Fruto de un rol con Kvothe

"8.00 pm: Botas"



Era una tarde cubierta de nubes dando a la ciudad un aspecto lúgubre, frío con ese olor a humedad que le envolvía. Caminaba un joven con una chaqueta vaquera despintada, y unos pantalones a juego manchados un poco de barro resonando sus botas negras militares sobre la acera. Alzó la mirada cuando notó una gota de lluvia en la nariz, y a los pocos segundos empezando a llover definitivamente. Aquel frío le calaba en los huesos, y una leve sonrisa se le dibujó en el rostro cuando vio una cafeteria abierta:
- Uff, ¡qué suerte! - Dorian entró dentro echo un poco sopa y observó el lugar.



No parecía hacer caso de la gente ir y venir en el interior de esa cafetería, estaba inmovil bajo la atenta mirada - y lujuriosa - de algunos hombres que allí habia, los cuales no le quitaban el ojo de encima. Por su lado, ella parecía no hacerles caso; entre sus manos había una taza de te caliente el cual humeaba aportando algo de calor en aquel sitio gelido, su piel blanca y palida iba a juego de su largo pelo rubio el cual caía por sus hombros y su espalda contrastando con el abrigo oscuro que cubría su cuerpo. 
Pasó su mano por sus cabellos cortos del color del ébano. Su tez era un tanto bronceada, y sus ojos, de un verde intenso que en la sombra a veces se podía apreciar un color más tenue. También podía apreciarse una sombra en sus mejillas de barba de tres días. Pasó sus manos por su corta cabellera mientras se frotaba las manos. Se acercó a una jovencita que había atendiendo en la barra:
- Buenas tardes, ¿podría ponerme un café? A ser posible que sea solo -le sonrió amable tras ese aspecto de perro mojado.
- Si, claro -asintió la camarera, empezando a coger una taza.
 Mientras tanto, volvió a mirar su entorno. Era muy observador y empezó a inquietarle a que todos los hombres que había en aquel lugar miraban a un solo punto. Cuando se percató, vio evidente la reacción de muchos que había allí. La imagen era preciosa, no, ella lo era.
La mujer alzó ligeramente el rostro para clavar una fria mirada en él, debajo de esas pestañas largas dos pupilas verdes - intenso - aguardaban al desconocido. No parecía ser una vulgar prostituta como las que solían freqüentar esos sitios, su porte era elegante y sofisticado aunque a la vez tampoco llevaba nada que diera a entender que tenía dinero, mas bien al contrario, el abrigo era sencillo y de tonos apagados como era el ambiente de aquel local. No pareció mostrar mucho interés en Dorian, simplemente alzó la taza y dió un ligero sorbo todo acompañado de una delicadeza extraña, desafiante.


Parpadeó y salió de si cuando escuchó el sonido de su taza contra la madera. Desvió su rostro para dar un buen sorbo, necesitaba entrar en calor. sujetándola con la mano fué caminando hacia donde estaba ella, dejando las huellas de sus botas tras su caminar. En una distancia prudencial se mantuvo de pie, mirándola con aquel rostro sereno y tranquilo:
- ¿Puedo sentarme?
 Ella alzó el rostro mirándole:
- Nadie os lo prohíbe - Respondió causando una serie de murmurllos por parte de los espectadores, los miró de reojo con un semblante molesto pero luego volvió la vista a ese hombre:
- Gracias - dijo él con un leve movimiento de cabeza. Se sentó de frente de ella, dejando su taza sobre la mesa. Intentaba evitar aquellos murmuros que empezaban a retumbar en su cabeza. No le gustaba mucho ser el centro de atención, fuera por el motivo que fuera. Empezó a remover su taza de manera distraída:- Hoy he tenido un mal día, aunque me gusta que llueva, pero que no caiga sobre mi -rió un poco, bromeando...No parecía no hacerle mucho caso, tal vez alguna mirada cuando empezó a hablar pero nada mas. Sus manos eran delicadas coronadas con largos dedos los cuales aún sujetaban la taza humeante:
- Lo siento por vos. - dijo para no ser descortés.
No me lo diga -sonrió ligeramente- ¿acaso estoy tratando con una gran famosa?
Le miraba con una sonrisa cálida dando un sorbo corto, sujetando la taza viéndosele unas manos marcadas y trabajadas. "Parece de porcelana..." y esperaba que no se rompiera.

- Creo que no es el caso - dijo con una suave voz y mirandole a los ojos; una pupila donde un amarillo tenue apenas perceptible y un verde intenso se unían creando una mirada penetrante. Volvió a dar un sorvo y dejó la taza en la mesa sin apenas hacer ruido..."He tenido un mal dia" .. eso le habia llamado la atención, quisiera o no, no podía evitar preocuparse por los que le rodeaban. Pero, en ese sitio no se podía fiar de nadie.- Ah, entonces supongo que podrá decirme su nombre... -Dorian dejó la cucharilla sobre el plato pequeño. Alargó su mano, y al remangarse un poco la manga de su chaqueta podía divisarse numerosas pulseras de cuero fina, y una más gruesa a modo de muñequera.
- Encantado, me llamo Dorian -le sonrió de medio lado, un tanto inocente sin poder evitar mirar a sus ojos.


- Hildr - murmuró casi en un susurro timido. No estaba muy segura de aceptar esa mano que se adivinaba torneada por la experiencia, fuerte, segura.
- Tranquila, no iba a morderla -no parecia haberse molestado, retirándo su mano después de nuevo posándola sobre la mesilla de aquel lugar. "Hildr...nunca lo había oído" quedándose ensimismado por un momento tras el cristal de la cafetería, mientras veía como se plasmaba las gotas de lluvia sobre él.

 - Regalo de dios no? - Dijo la mujer de improviso y tras una pausa - De orígen celta.
-¿Mmm? -se quedó unos pocos segundos más, hasta que se dibujó en su rostro una leve sonrisa:
- Si,así es, pero dudo que tenga su bendición - Se quedó escuchando el sonido de la lluvia y aquella avecinada tormenta, sintiéndose un poco idiota por lo que iba a decir. - Yo no conozco el significado de tu nombre, pero me gustaría decírtelo -soltó una suave risa- y no sería nada original porque solamente te diría que es la primera vez que lo he oído, y que me parece muy bonito.
- Es de origen nordico, significa "batalla" - respondió mientras le miraba algo mas relajada.
- Lo recordaré, tengo buena memoria -observando como los cristales empezaban a empañarse.



- ¿Vienen a recogerla? -la miró sin moverse, pues un movimiento repentino podría asustarla.- Que os hace pensar esto? - susurró mirandole una ultima vez.
Pues...-le sonrió, y alzó un poco su mano derecha mostrando solamente su dedo índice- primero, porque es demasiado hermosa para estar sola, y...-mostró su dedo corazón- con este mal tiempo, a nadie le apetece salir ahora de aqui para mojarse, o darse un baño. Mantuvo su sonrosa, bromeando con un aire despreocupado.

Ella le miraba como si no le entendiera pero luego esbozó lo que parecia ser una sonrisa:
- Pero tampoco hay otra alternativa para salir de aquí









Bueno, si has llegado hasta aquí te mereces un monumento :__D es la historia que empieza a nacer con un rol con Kvothe la cual creó a Dorian de la nada, así "by the face" y ha resultado ser un personaje de los mas interesantes, mi idea es al final entrelazar las historias de Ayako y Kvothe, espero que os guste la trama^^

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